jueves, 29 de julio de 2010

Estudio de Convit obtiene apoyo

Caracas, 29 Jul. AVN .- A pesar de las críticas, de las últimas semanas, realizadas por algunos investigadores hacia los estudios sobre cáncer desarrollados por el doctor Convit, director y fundador del Instituto de Biomedicina, instituciones, empresas y personas se han acercado a ponerse a la orden para apoyar esta investigación.

Así lo informó, Ana Federica Convit, nieta del doctor que trabaja de manera voluntaria en el Instituto de Biomedicina, y quién agregó que entre estas organizaciones se encuentran la Sociedad Anticancerosa y el Instituto Oncológico Luis Razzeti de la Universidad Central de Venezuela, que quieren aportar su experiencia y lo que haga falta para el estudio.

Otros entes tanto públicos como privados, nacionales y extranjeros han manifestado su deseo de cooperar financieramente. “Hay bastante interés, pues existen muchas personas sensibles con este tema”, apuntó.

Convit comentó que por ahora los esfuerzos están concentrados en atender a los cientos de casos que llegaron en los últimos dos meses.

“Nos hemos visto forzados a detener momentáneamente el ingreso de nuevos pacientes al estudio, pues necesitamos unas semanas para adecuar nuestra plataforma asistencial y evaluar los múltiples casos pendientes que nos han llegado debido a la avalancha mediática”.

Otro aspecto importante en este momento para el equipo del doctor Convit es publicar el estudio en una revista científica reconocida, en lo que se encuentran trabajando actualmente.

Refiriéndose a los últimos comentarios publicados en la prensa nacional acerca del estudio llevado a cabo por el doctor Convit, su nieta explicó “existen dos tipos de críticas las constructivas, hechas por algunas personas vinculadas al área científica y médica, que nos han enviado comunicaciones para que les informemos sobre el estudio, y las destructivas que han resultado decepcionantes, pues no buscan agregar valor a esta investigación sino sabotearla.”

La nieta de Convit invitó a todas las personas que han tenido una postura crítica con el proyecto a que se acerquen al Instituto de Biomedicina, se informen y, además, se unan aportando su experiencia y trabajo.

miércoles, 28 de julio de 2010

SUMEMOS VOLUNTADES









Convit recibe medalla Naval Almirante Luis Brión


Caracas, 27 Jul. AVN .- El comandante general de la Armada Carlos Aniarsi Turchio, le hizo entrega de la Medalla Naval Almirante Luis Brión al doctor Jacinto Convit, eminente médico e investigador venezolano.

Este galardón que otorga la Armada de la República Bolivariana de Venezuela es un reconocimiento a la dedicación, esfuerzo y superación en el ámbito profesional y académico dentro de la institución y fuera de ella, otorgada a militares y civiles, así como a venezolanos y a extranjeros.

Fue bautizada en honor al héroe de la Guerra de Independencia de Venezuela Luis Brión y se concede en una Única Clase.

El doctor Jacinto Convit quien pronto cumplirá los 97 años de edad y 72 de ejercicio profesional tiene entre sus múltiples logros el de haber luchado contra enfermedades como la lepra, la leishmaniasis y, recientemente, el cáncer.

Una de las contribuciones que le ha dado más relieve internacional a Convit es el desarrollo de un modelo de vacunación contra la lepra, sin embargo según algunos, su mayor logro está en haber cambiado la orientación de la lucha antileprosa al evitar el aislamiento compulsorio de los enfermos e implementar el tratamiento ambulatorio y el control y protección de sus contactos.

Jacinto Convit ha hecho aportes de gran relevancia también en patologías como la oncocercosis y las micosis humanas. Sus estudios abarcan los aspectos clínicos epidemiológicos, terapéuticos y de control de estas enfermedades.

Este insigne personaje ha dedicado toda su vida a la investigación científica y fue postulado en 1988 para el Premio Nobel de Medicina.

Convit ha publicado más de doscientos ochenta y site trabajos de investigación en revistas nacionales e internacionales.

martes, 27 de julio de 2010

Yolanda Jaimes: Dar felicidad

Ultimas Noticias / Yolanda Jaimes: Dar felicidad


Una entrevista de prensa realizada al científico venezolano Jacinto Convit, trajo a nuestra mente la reflexión que proviene como consecuencia de nobles actuaciones ejecutadas por individuos cuya vida se ha expresado en laboriosidad permanente y servicios al bienestar social, expresadas con la humildad propia del sabio verdadero.

Es un investigador a quien el país debe la gloria de haber desarrollado la vacuna contra dos enfermedades que en la Venezuela agraria diezmaron la población, pero hoy, gracias a su talento y tesón, están controladas: la lepra y la leishmaniasis. Convit desarrolló una labor humanitaria asombrosa, pues no sólo se dedicó a buscar la cura para tan terrible enfermedad como la lepra, sino que lideró una campaña para que quien la padecía, recibiera un trato digno de su condición humana.

Es un médico social que a sus 96 años de edad, considera su profesión como la de un servidor público y un protector de la vida humana. No se da pausa en el trabajo: ahora está a la búsqueda de una vacuna contra el cáncer, ojalá pueda llegar a su meta, pese a que ya la humanidad se muestra incrédula acerca de abatir un mal que causa tantas muertes. En esta difícil tarea está investigando el Dr. Convit y es una esperanza para el avance de la Ciencia, de la cual, según afirma, depende el desarrollo de un país.

Tan insigne venezolano bien merece el Premio Nobel de la Medicina, por el enriquecedor aporte dado a la ciencia en su larga vida.

Su proyección hacia el futuro crece aún más cuando habla, no sólo de su propósito de derrotar el cáncer, sino cuando, cual filósofo, compone un canto a la vida al afirmar que tener planes que estimulen la actividad cerebral, ejercitar el cuerpo permanentemente, vincularse con amistades, vecinos y compañeros para intercambiar ideas, son pautas indispensables para alargar la vida.

"Uno debe acostumbrarse a ser feliz, cuando hace feliz a los demás", concluye Convit en su entrevista.

Dar felicidad no debería ser tan difícil si nos deslastramos de mezquindades y de envidias. Si abandonamos el individualismo y vamos al reencuentro de nuestros semejantes. Si somos capaces de compartir y de dar sin esperar nada a cambio. ¿Acaso la felicidad del ser humano no es un objetivo de nuestros días?



Abogada/ Prof. UCV

domingo, 25 de julio de 2010

El ABC de Jacinto Convit, científico venezolano - ¡Qué Dios lo ilumine!, exclaman los pacientes en el Hospital Vargas

Foto cortesia de Julio Urdaneta

Por: MACKY ARENAS_ ABC de la semana

“¡Que Dios lo ilumine!”, es la frase que se escucha repetir a los enfermos que esperan por el sabio del Vargas. El Instituto de Biomedicina, contiguo al emblemático y caraqueñísimo hospital, es hoy un hervidero de afectados por la que se llama discretamente “penosa enfermedad”, como si se temiera hasta pronunciar el nombre. Todos quieren vivir. Hace tiempo que este viejo luminoso libra un combate sin cuartel contra el cáncer. Tiempo es lo que necesita el doctor Jacinto Convit. Ha recorrido un largo camino a través de su gran pasión: la investigación, desde que salvó a la humanidad de la más terrible y humillante enfermedad bíblica (la lepra), hasta hoy, cuando al filo de la centuria en edad, se aproxima a conseguir la vacuna contra el cáncer. “No es una vacuna –ha explicado desde el comienzo- es más bien una inmunoterapia. Las vacunas son tratamientos preventivos y esto no es lo mismo. La persona debe estar enferma para que pueda recibir esta terapia, que se obtiene de su propio organismo, del propio tumor”. Siendo así, el cáncer se enfrenta a un enemigo de cuidado: encima, no harán falta miles de millones para producir el remedio y menos para tener acceso a él.



Este “milagro”, como ya lo llaman algunos, se prepara al instante y se aplica en tres dosis con intervalos de seis semanas. En 23 personas sólo dos de ellas no obtuvieron mejorías. Una tenía diabetes y la otra estaba recibiendo quimioterapia. “Dependiendo de la complejidad de cada caso los cambios tardan más o menos, pero ya hay personas que a la primera o segunda dosis comienzan a presentar cambios inmunes”, cuenta un miembro del grupo que acompaña al doctor Convit. Los resultados han sido sumamente alentadores para plantarle cara a esta enfermedad que se ha llevado a la tumba a millones de seres humanos, justamente atacando con fiereza en las modalidades sobre las que trabaja el equipo de Convit: mamas, colon, cerebro y estómago. Está claramente en etapa experimental y Dios le está dando el tiempo que este apóstol de la esperanza va requiriendo para cumplir con la fase final de la cuota de agradecimiento a su querida Venezuela, a la que escribió en una carta: “Te agradezco el haber sido formado en tu seno y el haber entendido, en mi tránsito en la vida asentado en ti, que es el trabajo compartido en equipo, consciente y sostenido, el más fructífero. Ayúdanos a entender para tu mayor esplendor que eso es así”.

 
EQUIPO DE LA ESPERANZA

Y ha sido así. Jacinto Convit ha logrado un equipo que ha persistido a su lado en la fe, en el esfuerzo, en el desprendimiento por amor a este país. Hoy, como auténticos franciscanos de la ciencia, siembran la esperanza en medio de un colectivo desesperanzado y el aliento en medio de la depresión. Nunca hemos estado más defraudados, aparentemente entregados y es justo ahora, como si se tratara de una señal del Cielo, que se nos revela de nuevo este héroe civil levantándose como el luchador de la lona, en el impulso decisivo antes del sonido de la campana. Está potenciando cambios en el sistema inmunológico de la persona afectada con el uso de su propio tumor. El compuesto que se inyecta es personal, por lo tanto, gratuito. La cura estará al alcance, si concluye con éxito la fase experimental, de todo aquél que la necesite. Tal vez la quimioterapia, con sus terribles efectos colaterales sobre el organismo humano, no será necesaria, antes bien, muy probablemente sea contraindicada. El costoso tratamiento que dejaba por fuera a los pacientes sin recursos, encontrará su muerte natural en la perseverante e ininterrumpida evaluación que este notable investigador conduce en quienes voluntariamente acuden en masa a pasar por la prueba. Poco tienen que perder y mucho que ganar.



En diez minutos está lista la vacuna. Nunca se fabrica si el paciente no está sentado esperando. El interesado se presenta, se le hacen unos sencillos test de inmunidad celular con pedacitos de tejido de la parte afectada y se elabora la vacuna el día en que la persona llega para aplicársela. Se suministra por vía intradérmica, en uno de sus brazos. A partir de ese momento, comienza un control riguroso de toda la evolución médica del paciente, especialmente los informes aportados por su oncólogo tratante. El doctor Convit no cobra por nada. “Jamás en su vida ha ejercido en privado”, dicen sus colaboradores. Y nos consta. La fila de pacientes a las puertas de su consultorio, día tras día, prueba que esa eminencia de la medicina se ha consagrado a quienes menos tienen. No en balde lo llaman “el José Gregorio Hernández de San José”.



ALIVIAR EL DOLOR HUMANO

Dentro de un ratico tendrá cien años, de los cuales ha dedicado a la áspera y silenciosa faena de la investigación la casi totalidad de su desempeño profesional y no ha perdido su lucidez, ni su natural simpatía, ni su curiosidad de saber, ni su cercana sencillez, mucho menos su trato humano y afable. Es una persona alegre y hasta bromista, lo cual no deja de ser sorprendente en un ser que tiene que haber visto desfilar al dolor de la mano de la miseria, del llanto y de la impotencia a lo largo de toda su vida. Una vez fue nominado al Nobel de Medicina y la mezquindad se lo arrebató. Pero él no se quejó ni se amilanó. Simplemente siguió en lo que toda la vida ha hecho: aliviar el sufrimiento humano. Gracias a él Venezuela fue la primera de las naciones del mundo en mostrar que la dignidad del ser humano que sufre la lepra debe ser preservada y que un enfermo no debe ser humillado ni rechazado, sino atendido y curado. Hoy, de nuevo, Jacinto Convit está señalando al mundo el camino hacia la cura del cáncer y una fórmula para hacer llegar las terapias a quienes jamás podrían cubrir los costos exorbitantes de los actuales tratamientos, dolorosos, prolongados y nada garantizados, en otras palabras, a las mayorías.



“Falta mucho para llegar a la meta, no queremos crear falsas expectativas”, dicen en el laboratorio, pero Convit anima, orienta, atiende personalmente a los pacientes, ha enrolado con su entusiasmo a experimentados colaboradores que estaban a punto de retirarse. Nadie puede decirle que no. Convence con su empeño en salvar vidas y aportar a la humanidad un poco de alivio; y convence con sus ojos azules profundos, conmovedores, llenos de inmensidad y de dulzura. Pronto comenzarán a publicar en revistas especializadas y a documentar los resultados obtenidos en esta segunda etapa, con humanos. Es conmovedor escuchar los testimonios de quienes participan con el doctor Convit en estas tareas. Se sienten afortunados, dicen que persistirán hasta que el cuerpo resista. Desde el 2006 están en eso. Por dos años experimentaron en animales y fueron ajustando aquí y allá, revisando componentes y distintas opciones, observando…hasta que en el 2008 comenzaron a probarlo en humanos, bajo la fórmula integrada por un gramo del tumor que tiene la persona, el Bacillus de Calmette y Guérin –conocido como BCG- y una parte de formalina que es un compuesto químico. No hay misterio ni secreto, todo es producto de la dedicación y el deseo de ser útiles. Lo que hacen está sometido a estrictos controles microbiológicos avalados por las Buenas Prácticas de Manufactura de la Organización Mundial de la Salud.


SIN MISTERIOS NI SECRETOS
El Doctor Jacinto Convit es altamente respetado por la comunidad médica internacional. Su sola mención es sinónimo de prestigio y admiración por parte de sus colegas investigadores en el mundo entero. De repente escucha uno expresiones de sospechosos reparos o de súbito deslinde de su proyecto, en factores que debían estar aupando esos esfuerzos y sumándose a colaborar. “Es aquí donde lo conocen poco –dice una gran amiga de la familia-. Cuando nos ha tocado viajar, la gente pelea por verlo, por compartir con él, lo reconocen, lo tratan con inmenso respeto, ¡hasta los maleteros se matan por llevarle el equipaje en los aeropuertos!”. ¿Nadie es profeta en su tierra? La gente que padece desmiente el dicho: “El nombre de Convit me trajo aquí”.



Cuando fuimos a entrevistarlo, para su biografía en Globovisión, nos dedicó el tiempo que necesitábamos, con su característica bondad y suavidad en el trato. Nos contó su historia haciendo gala de una memoria envidiable. Relataba sus experiencias con humildad, como si se tratara de un ser común y corriente, con una conversación sumamente grata y fluida. Su despacho es de una simpleza que contrasta con su currículum imposible de asimilar en una sola lectura. Uno llega a preguntarse si los periodistas no somos un estorbo para este tipo de mentes en permanente creación y más si vamos con cámaras, luces, cables y micrófonos. Cualquiera podría sentirse insecto ante tanta sabiduría, pero esos ojos azules inoculan confianza: “Adelante, pregunta que yo te contesto”. Entonces uno se aventura. Es de esos seres especiales que son capaces de sacar lo mejor de cada interlocutor. Sus asistentes, literalmente, lo adoran. No se le pasa nada. Está pendiente de todo, si queríamos un juguito, si nos habían facilitado las cosas, si precisábamos de algo más. El confesó que todo lo que le hacía falta era tiempo y que si Dios se lo concedía él daría con esa terapia contra el cáncer. Fue una lección que tuvo un broche de oro. Cuando le preguntamos qué debíamos hacer para llegar a su edad en sus condiciones, respondió: “Hay que amar y dejarse llevar. El odio mata, el amor cura”. No queda sino quitarse el sombrero ante Convit. Coreamos a las humildes voces que cada día lo ponen en manos del Creador: que Dios lo ilumine y sobre todo, ¡que Dios lo bendiga!

sábado, 24 de julio de 2010

EL PRÓCER Convit

// Macky Arenas


El Instituto de Biomedicina del Hospital Vargas es uno de los lugares públicos en este país donde se trabaja. Y no sólo se trabaja, sino que se hace con mística, entregados al servicio público y demostrando que existen recursos humanos con la pericia y dedicación suficientes como para rescatar nuestro puesto internacional como nación solidaria y llena de potencialidades.

....Cuando sabemos que en ese humilde edificio de San José un sabio casi centenario investiga, con el mismo ardor con que lo hacía de recién graduado para encontrar una cura contra el cáncer, no hay que discernir mucho para identificar al héroe civil, al moderno prócer, al combatiente de la constancia, cuyo ejemplo nos está señalando la ruta de la entrega individual a través de la cual sumaremos el esfuerzo colectivo ........



jueves, 22 de julio de 2010

Aclaratoria Nº 2 -Jacinto Convit




Del Servicio Autónomo Instituto de Biomedicina (adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Salud/Universidad Central de Venezuela)
A la opinión pública y a la comunidad científica





Ante la diversidad de informaciones publicadas en los medios de comunicación relacionada con el Modelo Experimental de Inmunoterapia del Cáncer que actualmente desarrolla el Dr. Jacinto Convit junto a un grupo de colaboradores en el Instituto de Biomedicina, consideramos importante aclarar a la opinión pública y a la comunidad científica, lo siguiente:



El INSTITUTO DE BIOMEDICINA (IB) desde su fundación, hace más de 25 años, ha estado a la vanguardia de la investigación en el área de la dermatología y control de enfermedades endémicas, muy especialmente en lo relativo a la Lepra, Leishmaniasis, Oncocercosis, Tuberculosis, Micosis y otras afecciones, siendo reconocido como un centro de referencia nacional e internacional y como institución de excelencia en investigación, docencia y prestación de servicios de salud.

Su misión es y siempre ha sido, lograr que por medio de la investigación científica se generen conocimientos que sean aplicables a la atención y solución de problemas de salud individual y pública, formación de recursos humanos, producción de bio-preparados y desarrollo de actividades de extensión profesional; todo ello, dirigido fundamentalmente a la población en riesgo, vulnerable o afectada por diferentes enfermedades. El IB provee una atención honesta, confiable, equitativa, responsable y respetuosa de los principios personales, grupales y colectivos, que garantiza la calidad requerida por sus usuarios.

Uno de los tantos logros alcanzados en esta Institución lo constituye la inmunoterapia de Leishmaniasis, la cual cuenta con el respectivo permiso como medicamento de servicio por parte del Instituto Nacional de Higiene y se acaba de aprobar su uso experimental en el norte de Argentina y América Central. Este aporte es una manera de difundir la experiencia que tiene Venezuela de más de 15 años en el uso de esta vacuna, la cual ha permitido al Gobierno venezolano ahorrar más de dos millones de dólares anuales. Una misión especial de la OPS/OMS concluyó que esta vacuna es curativa contra la Leishmaniasis, resaltando su seguridad, bajo costo y efectividad para el tratamiento de formas activas de la enfermedad. Anualmente, se tratan alrededor de 2.500 pacientes, en su mayoría provenientes de zonas rurales, los cuales son atendidos de forma gratuita, con alta efectividad y con mínimos efectos secundarios.

En cuanto a la inmunoterapia (autovacuna) para el cáncer, es preciso aclarar que se trata de un Estudio Experimental iniciado hace cuatro años. Este modelo se basa en la combinación de dos estrategias ampliamente estudiadas y sustentadas en la literatura médica, que intentan una aproximación racional e individualizada en el abordaje y terapéutica de numerosos procesos neoplásicos.

La primera estrategia se basa en el uso del bacilo Calmette-Guérin (BCG). El uso del BCG se fundamenta sobre la base de las múltiples funciones que derivan de su influencia sobre el sistema inmune, su amplio uso en la actualidad como importante línea de tratamiento (intravesical) y su efectiva utilización como terapia adyuvante contra el cáncer superficial de vejiga en humanos. De igual manera, el uso del BCG ha sido incluido como un inmunomodulador para el tratamiento del melanoma (cáncer de piel). Múltiples resultados experimentales provenientes de calificados grupos de investigación alrededor del mundo, continúan resaltando las bondades y gran utilidad del BCG y sus nuevas cepas en el tratamiento de varias enfermedades, resaltándose las cepas Tice y S4-Jena las cuales, entre otras funciones, son capaces de reducir la proliferación de células tumorales, en cáncer de vejiga, mediante la inducción de procesos de muerte celular programada. Estudios preliminares indican que, un nuevo modelo de vacuna basado en la asociación del BCG en co-expresión con número variable de repeticiones dispersas (de MUC-1/CD-80), ha probado ser exitoso en montar una respuesta inmune tumor-especifica, en el caso de cáncer de mama, sustentando así al uso del BCG como una estrategia válida en la inmunoterapia contra el cáncer.

La segunda estrategia consiste en asociar el BCG a células tumorales (inactivadas) del propio paciente, a lo cual se denomina componente autólogo y de lo cual deriva (en aras de simplificar) el término “autovacuna”. Diversos estudios en esta área, realizados por grupos de notable prestigio internacional, han arrojado resultados alentadores. Entre estos numerosos estudios, se destacan el uso de la vacunación con células dendríticas, cargadas de lisados celulares alogénicos de melanoma, proveniente de pacientes con estados avanzado de la enfermedad, lo cual ha demostrado aumentar notablemente la sobrevida de los pacientes. El mismo principio ha sido aplicado en el tratamiento de carcinoma metastático de células renales, cáncer de mama, próstata, carcinoma hepatocelular y medular de tiroides, entre otros.


En nuestra experiencia en el Instituto de Biomedicina, inicialmente se ensayó con diferentes modelos animales: ratones Balb/C, hamsters y cobayos. En estos experimentos se determinó, en primera instancia, la seguridad biológica del producto, así como su capacidad de responder al adyuvante (BCG), sobre el cual se estaba pensando asociar a las células tumorales. Esta es una experiencia que se reprodujo basándose en los antecedentes de la inmunoterapia de Leishmaniasis y que posteriormente se modificó incluyendo Formalina. El fundamento para el uso de la Formalina está basado en estudios de un grupo de investigadores norteamericanos, quienes lograron incrementar la respuesta antigénica de la vacuna contra el Ántrax, tras la adición de esta sustancia. En los experimentos iniciales realizados por nuestro grupo se preparó un macerado de células tumorales más BCG y Formalina. Esta mezcla se inyectó en animales experimentales y después de periodos determinados se observó una respuesta en los cobayos. Por medio de esta fase inicial o ensayos preclínicos, se demostró que el modelo del cobayo era apropiado para demostrar una respuesta, determinándose posteriormente que este tratamiento era seguro y capaz de activar la respuesta inmune del animal.


Tras un acuerdo de trabajo y subsiguiente anuencia del Comité de Bioética del Hospital “Luis Razetti” de Barcelona, Estado Anzoátegui, se comenzó a establecer la infraestructura para iniciar el tratamiento de pacientes terminales. Durante este proceso, se empezaron a recibir pacientes referidos por oncólogos particulares y afiliados a importantes instituciones asistenciales de la ciudad capital. Es oportuno aclarar que el reducido número de pacientes que tomaron parte en esta primera fase, incluía solo aquellos en estadío terminal de la enfermedad. Dichos pacientes, referidos por diferentes Oncólogos, acudieron voluntariamente, luego de firmar un consentimiento informado (libre y voluntario), donde se les explicaba que se trataba de una fase experimental, eran evaluados para demostrar la capacidad de respuesta inmune frente al PPD, mas un estimulo con BCG. De acuerdo a los resultados de estas pruebas, fueron incluidos en el estudio de inmunoterapia.

Tal como lo indica la aclaratoria a la opinión pública del Instituto de Biomedicina, publicada el 10 de junio de este año, la mencionada inmunoterapia (autovacuna), es un “tratamiento experimental, que se encuentra en fase de estudio, es decir, es un modelo de autovacuna, que se ha aplicado a un pequeño número de pacientes referidos por sus médicos tratantes”. En ese mismo comunicado se precisa que “esta es una inmunoterapia que está siendo evaluada, por lo cual se requiere un seguimiento estricto de los pacientes tanto por el grupo de Instituto de Biomedicina como por el oncólogo tratante. Se espera verificar los resultados a mediano y largo plazo para determinar la verdadera efectividad de este tratamiento, que hasta el momento ha mostrado resultados esperanzadores para el tratamiento del cáncer”. En todo momento, hemos dejado claro que este modelo de inmunoterapia podría representar una nueva posibilidad de tratamiento curativo (no preventivo) y que sus resultados hasta la fecha han sido alentadores. Sin embargo, todavía necesita transcurrir un largo proceso a fin de comprobar su efectividad.
Reiteramos que en ningún momento se ha exhortado a los pacientes con cáncer o a sus familiares a tomar decisiones apresuradas y mucho menos a abandonar sus tratamientos habituales. En todas las charlas informativas que diariamente se ofrecen en nuestra institución hemos insistido en la necesidad de discutir con su médico tratante las opciones disponibles para una toma de decisiones racional y autónoma, ya que este tratamiento experimental pudiera ser una alternativa efectiva para algunos pacientes. De igual manera hemos afirmado que la quimioterapia y radioterapia, así como la terapia hormonal y la cirugía, siguen siendo las herramientas convencionales en la terapia de esta compleja y multifactorial enfermedad.
Fieles a los dictámenes de la ética médica, todas nuestras acciones a lo largo de este proceso se han desarrollado bajo los cuatro principios rectores de la bioética: no maleficencia, beneficencia, autonomía y justicia sanitaria. El extenso basamento científico referido al uso del BCG y la inmunoterapia autóloga sirven de garantía a los principios básicos de no maleficencia y justicia distributiva consagrados en las pautas del Council for International Organizations of Medical Sciences (CIOMS/UNESCO/OMS).
Los resultados en animales experimentales durante la fase de evaluación de la seguridad y tolerancia de este producto biológico, así como los resultados preliminares en un grupo reducido de sujetos humanos, no han mostrado ningún efecto colateral en detrimento del bienestar de los pacientes, a la par de que se ha evidenciado una temprana (más no conclusiva) mejoría de sus cuadros clínicos.
Actualmente se esta finalizando un trabajo presentando los resultados preliminares de este estudio, el cual será enviado a una revista científica indexada para ser considerado para su publicación.
Queremos destacar que en ningún momento hemos realizado ningún tipo de estrategia comunicacional, ni mucho menos promocional, sobre los beneficios de esta inmunoterapia. Simplemente, hemos informado a los medios de comunicación que espontáneamente nos han contactado, así como a los numerosos pacientes con cáncer y familiares que voluntariamente han acudido a nuestra sede, acerca de esta investigación científica. En todo momento, nos hemos esforzado por aclarar responsablemente ante los medios, las versiones erróneas que fueron divulgadas inicialmente y que podrían haberse interpretado como el hallazgo de una cura científicamente demostrada contra una de las enfermedades más temidas de la humanidad.
Agradecemos a los profesionales de la comunicación por su alto nivel de motivación en el seguimiento de este tema y los exhortamos a continuar apoyando la difusión responsable de información que afecta directamente a los pacientes, de la manera más ética, objetiva, precisa, transparente y bien documentada, a fin de velar porque la población venezolana sea informada oportunamente sobre los avances científicos y sus reales posibilidades.
Asimismo, invitamos a la comunidad científica y médica en general a sumar voluntades de trabajo y a realizar todas las críticas constructivas, con consideraciones pertinentes, sustentadas y respetuosas, que puedan contribuir al mejoramiento de este modelo experimental, gratuito para el paciente, que hasta ahora ha dado resultados alentadores y no ha mostrado efectos secundarios importantes y que, en nuestra opinión, puede representar una alternativa valiosa para el tratamiento del cáncer y que renueva nuestro compromiso de ofrecer la ciencia al servicio de nuestros pueblos.

Caracas, 22 de Julio de 2010


Dr. Jacinto Convit

Director/Fundador
Instituto de Biomedicina

ASI SON LAS COSAS!

Oscar Yanes
ayanes@cantv.net



Antes de recibir el título tomó una decisión: defender derechos humanos del leproso.
El sabio Jacinto Convit

El Dr. Jacinto Convit no solo es un pastoreño ilustre, sino un científico que con su esfuerzo sin mezquindad ninguna se ha entregado a la investigación con el noble objeto de combatir la muerte y la pobreza, y algo más: defender el derecho de vivir dignamente haciendo valer lo más noble que debe tener un ser humano: su libertad.

Convit, con su vacuna contra la lepra, derrotó a la muerte y consagró a humanos aislados, humillados y despreciados por un mal despiadado, su derecho a vivir con dignidad.

La lepra es la coalición de la muerte con el desprecio a la decencia. Desde tiempos inmemoriales el enfermo de lepra debía ir tocando una campana para que la gente se escondiera a su paso y evitar el contagio. Moisés se preocupó por los leprosos y aquel gran legislador dictó normas de conducta para que dejaran a los enfermos vivir en paz, pero más pudo el miedo. Al leproso se le perseguía, no para curarlo sino para separarlo de la sociedad, porque su dolencia era calificada de maldición divina.

Convit se graduó de médico en 1938 y un año antes, en 1937, fue con el Dr. Martín Vegas al leprocomio de Cabo Blanco y antes de recibir el título tomó una decisión: defender derechos humanos del leproso. Y allí está su grandeza. Su preocupación no solo era curar al enfermo sino que se le respetara. No admitía enfermos encadenados. Para mí, Convit, además de ser un sabio en investigación médica, es el mejor defensor de derechos humanos que ha parido este país.

Convit ha logrado fama mundial con sus investigaciones (Candidato al Premio Nobel y Premio Príncipe de Asturias) pero muchos olvidan que esas investigaciones permitieron que esos seres segregados se incorporaran a la sociedad, con dignidad. Antes de Convit el leproso perdía sus derechos. No es suficiente el estudio y la investigación en la formación de un médico: ES SER JACINTO CONVIT, el muchacho viejo que aún disfruta jugando a la perinola, al trompo, y que no es capaz de cambiar aunque sea la arepa con queso que le prepara su querida Rafaela por un suculento plato de cualquier gurmé.

Es el hombre íntegro, que recuerda mariposas que en su infancia volaban del Ávila a su casa en La Pastora. El médico que como un padre acoge a jóvenes prospectos de la medicina y los forma e integra a su trabajo para que sin egoísmo alguno puedan en una mañana dar continuidad a la investigación que transformará a este país.

El sombrero era símbolo de respetabilidad. Cuando alguien hacía historia y era admirado y reconocido en cualquier terreno: en la música, teatro, toros o la universidad se decía: "Ante fulano hay que quitarse el sombrero". Hoy podemos decir con orgullo criollo: "Ante Jacinto Convit hay que quitarse el sombrero".

El 9 de junio la Sociedad Médica del Instituto La Floresta, Oswaldo Karam a la cabeza y René Sotelo, abrió el auditorio Jacinto Convit. Gran homenaje de nuevas generaciones a un venezolano excepcional.

Así son las cosas.

A los pacientes que vienen interesados por el Estudio de Inmunoterapia del Cáncer que desarrolla el Dr. Convit:


En virtud del gran volumen de personas que han asistido al Instituto de Biomedicina en los días recientes, interesados en la inmunoterapia del cáncer, debemos aclarar que este protocolo se trata de un estudio que todavía se encuentra en fase experimental. Sólo se podrá incluir un número limitado de pacientes, razón por la cual nos vimos en la necesidad de suspender la inclusión de nuevos casos.

Tan pronto se reinicien los estudios de la fase clínica siguiente y se logre la ampliación de la infraestructura asistencial, se anunciará al público en general, la reanudación de actividades de atención a pacientes.

Las charlas informativas continuarán llevándose a cabo, durante un tiempo prudencial, para clarificar dudas, dar algunas orientaciones y apoyo psicosocial a los pacientes asistentes.

Atentamente,

Equipo de Investigación de Inmunoterapia del Cáncer Instituto de Biomedicina
Instituto de Biomedicina

miércoles, 21 de julio de 2010

La vacuna de Convit contra el cáncer es curativa y no preventiva

Miércoles, 21 de julio de 2010


Las y los pacientes que deseen sumarse deben conversar con su oncóloga u oncólogo tratante, quien debe referir un informe médico actualizado al Instituto de Biomedicina, en Caracas. La mejoría puede verse en dos o tres meses

En busca de información sobre "la vacuna del doctor Convit" diariamente asisten entre 150 y 200 personas al Servicio Autónomo Instituto de Biomedicina, adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Salud y a la Universidad Central de Venezuela, que se encuentra en un edificio anexo al Hospital Vargas de Caracas.

Las interesadas y los interesados, provenientes de todas partes del país, son pacientes con cáncer, familiares o conocidos de alguien que presenta esta enfermedad. Todas y todos buscan una vacuna que actualmente se encuentra en fase de estudio, elaborada por el director y fundador de la institución, Jacinto Convit.

Para responder a las preguntas de centenares de seres humanos, el psicólogo social Ignacio Moreno dicta charlas informativas, a partir de las 10:00 am, en el auditorio del Instituto de Biomedicina (primer piso).



El mensaje final que se llevan las personas, suministrado por Moreno, es que "deben conversar con la oncóloga o el oncólogo tratante del caso, quien ha de referir un informe médico actualizado al Instituto de Biomedicina y luego debe evaluar, conjuntamente con el equipo investigador del estudio clínico, si el caso puede ser considerado parte de la investigación".

"Después -explica el psicólogo- se procede a realizar la evaluación inmunológica del paciente. Y una vez que sea evaluado su estado inmune, se determinará si es candidato a la autovacuna".

Consulta Pública

Las personas que acuden a las charlas informativas intentan convertir el encuentro con Ignacio Moreno en una especie de consulta médica pública. No obstante, el psicólogo insiste en que "son las médicas y los médicos tratantes quienes deben ponerse en contacto con el equipo investigador del Instituto de Biomedicina, para evaluar si la o el paciente aplica para recibir la inmunoterapia (autovacuna) para el tratamiento del cáncer", insiste.

Estas son algunas de las interrogantes comunes, y las respuestas que aporta el psicólogo.

-¿Qué es la Inmunoterapia del Cáncer?

-Es otro tipo de tratamiento que consiste en generar cambios inmunes. Un equipo del Instituto de Biomedicina, coordinado por el doctor Jacinto Convit, diseñó un modelo de inmunoterapia (autovacuna) que se formula a partir de las mismas células tumorales del paciente. Se caracteriza por ser individual y personalizada. Existen distintos tratamientos para el cáncer: cirugía, quimioterapia, radioterapia y terapia hormonal.

-¿Cómo está compuesta la autovacuna?

-Para elaborarla se requiere al menos un gramo del material tumoral, el cual se combina con el producto conocido como BCG, que ha sido ampliamente utilizado en la lucha contra la tuberculosis y se utiliza como vehículo para la inmunoterapia contra lepra y leishmaniasis. Por último, se combina con formalina (sustancia con propiedades mutagénicas).

-¿En qué tipos de cáncer se ha aplicado esta autovacuna?

-Durante los últimos tres años, el Instituto de Biomedicina ha realizado sus experimentos en un pequeño grupo de pacientes compuesto en su mayoría por mujeres con cáncer de seno, y algunos casos aislados de cáncer de colon, estómago y cerebro.

-¿Cómo actúa la autovacuna?

-La acción de esta autovacuna es curativa y no preventiva.

-¿Se puede aplicar la inmunoterapia simultáneamente con otros tratamientos como la quimioterapia?

-Los dos métodos no se pueden aplicar a la vez. Se ha comprobado esto desde el punto de vista científico. Si el paciente y su tratante quieren usar quimioterapia, se debe hacer después de haber completado la inmunoterapia.

-¿En cuánto tiempo se ve la mejoría?

-Se comienzan a ver cambios inmunes (expresión de una mejoría) aproximadamente en dos a tres meses. Hay pacientes que necesitan más tiempo.

-¿Cuánto tiempo dura el tratamiento?

-La autovacuna se coloca en tres dosis, con intervalos de seis semanas entre cada aplicación. Si el doctor lo considera, podría aplicar dosis adicionales de autovacuna, aunque hasta ahora no se ha hecho.

-¿Se puede aplicar la inmunoterapia en un cáncer en estado avanzado?

-En el desarrollo del cáncer se crea una especie de círculo vicioso. Influye de manera desfavorable sobre el sistema inmune y acelera el desarrollo de la afección, lo que hace casi imposible su curación en las etapas avanzadas.

-¿Cuál es el pronóstico de esta autovacuna en el tratamiento del cáncer?

-Esta es una inmunoterapia que está siendo evaluada, por lo cual se requiere un seguimiento estricto del paciente, ejecutado por el grupo del Instituto de Biomedicina y por el oncólogo tratante. Se verificarán los resultados a mediano y largo plazo, a fin de determinar la efectividad de este tratamiento. Hasta el momento ha mostrado resultados alentadores para el tratamiento de algunos cánceres.

Actualmente se busca incentivar a la comunidad médica a sumar voluntades para continuar este estudio. Para más información consulte la página en internet www.biomedicina.org.ve o envíe una comunicación al correo electrónico jconvit@gmail.com o al fax (0212) 861 1258. También puede llamar al número telefónico (0212) 862 6807, o visitar la sede del Instituto de Biomedicina.

martes, 20 de julio de 2010

Convit, el pavo y la pava.

Por:Lic. Edison Nava
C.I.: 11.431.416
Edisonnava36@hotmail.com
Twitter: @enavan


Sobre el artículo:

Ciencia y Ambiente
OPINIÓN Cuestionan trabajos del Instituto de Biomedicina por no apegarse a normas
Experimentación clínica y ética "No existe ninguna publicación científica (arbitrada) del Dr. Convit y de su grupo de investigación que demuestre inequívocamente su hipótesis"


JOSÉ RAFAEL LÓPEZ PADRINO
EL NACIONAL - Jueves 08 de Julio de 2010

****************************** ******************************

He sido distinguido con el honor de recibir en mi buzón de correos un articulo de opinión, remitido por su autor, quien es profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard; mas, por alto que sea dicho honor, no puedo ni debo abstenerme de expresar mi disentimiento al respecto. Afirma mi contertulio virtual que las investigaciones deben respetar “los principios éticos establecidos en el Código de Núremberg (1947). Código que surgió en respuesta a los abusos cometidos por los seguidores…del Tercer Reich en los campos de concentración durante la II Guerra Mundial”. Pasa por alto el autor que las condiciones históricas a las que pretende aplicar deterministamente el criterio expuesto se diferencian como la noche del día: los judíos recluidos en los campos de concentración Nazi estaban siendo victimas de uno de los genocidios mas espantosos de la historia y debían someterse obligatoriamente, sin siquiera un conocimiento mínimo de causa, a cualquier atrocidad que se les ocurriera a estos tristes protagonistas de la historia del siglo XX.
Por otro lado, sostiene que “La realización de la misma (la investigación) se justifica, solo si el estudio clínico ofrece ventajas en términos de curación, alivio del sufrimiento y mejora de la calidad de vida de los pacientes, en relación con los tratamientos existentes”. Ingenuamente pensé: ¡Punto para Convit!, pero no… parece estar satisfecho con las implicaciones para el paciente que traen por ejemplo, la quimio y la radioterapia.
Todo este asunto de la discusión en torno a la ética de los estudios de Convit tiene, a mi parecer, un gran lunar: quieren aplicarlo como una especie de eje transversal inalterable a cualquier realidad, sin detenerse en consideraciones de tipo histórico, social, terapéutico, etc.
El solo hecho de citar el Holocausto para juzgar el posible milagro de la ciencia en esta Venezuela del año 2010, en la que los pacientes acuden de forma voluntaria e informada a participar entusiastamente en una investigación dirigida por quien ya ha obsequiado a la humanidad con la cura de la Lepra y la Leismaniasis, es poco menos que un exabrupto.
En fin, es mejor una esperanza cierta de curación, que la certeza de aplicarse un tratamiento que degradara nuestra salud hasta limites insondables, por mas protocolos, fases y requisitos que haya seguido para su aprobación. A todas luces, en el caso de la autovacuna contra el cáncer, no aplica aquella máxima de la sabiduría popular venezolana según la cual “la salsa que es buena para el pavo, es buena para la pava”.




Lic. Edison Nava
C.I.: 11.431.416
Edisonnava36@hotmail.com
Twitter: @enavan

lunes, 19 de julio de 2010

Convit fue galardonado por su avance en la inmunoterapia contra el cáncer

19 de julio de 2010
AVN



Caracas.- El estudio de Inmunoterapia contra el Cáncer, llevado a cabo en el Instituto de Biomedicina, por el doctor e investigador Jacinto Convit, fue galardonado este lunes con el Premio a la Excelencia científica 2010.


Esta es la categoría más alta otorgada por el Premio Municipal de Ciencia, Tecnología e Innovación, Dr. Humberto Fernández Morán, realizado por el Concejo del Municipio Libertador.


La entrega se realizó en el Teatro Municipal de Caracas por el concejal Fernando García, presiente de la Comisión Permanente de Finanzas, Economía, Ciencia y Tecnología del municipio y fue recibido por Ana Federica Convit nieta del insigne científico venezolano, quien por razones de salud no pudo asistir al acto.


Según palabras del concejal García el premio incluye un significativo aporte en efectivo que se donará para ser utilizado en el estudio de inmunología contra el cáncer. “Esperamos que el doctor Convit logre el éxito en este proyecto en beneficio del país y de la humanidad”, afirmó García.


“En esta oportunidad, manifestó el concejal, desde el Concejo del Municipio Bolivariano Liberador estamos dando un aporte para la cura contra este flagelo que afecta a tantas personas, estamos poniendo nuestro granito de arena apoyando esta investigación”.


Al recibir el galardón la nieta de Convit comentó que su abuelo está sumamente agradecido por este reconocimiento que le entregan hoy.


“Esperamos que el apoyo a este proyecto siga creciendo para poder completar esta investigación científica y crear el Centro de Inmunoterapia Contra el Cáncer que es el sueño de mi abuelo y el objetivo que tenemos al concluir esta investigación científica”.



A LOS INVESTIGADORES QUE NO ENCONTRARON INFORMACION SOBRE TRABAJO DEL CANCER POR CONVIT


Fuente:

http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0367-47622006000400004&lng=es&nrm=iso


Gac Méd Caracas v.114 n.4 Caracas dic. 2006

Gaceta Médica de Caracas
ISSN 0367-4762 versión impresa


Desarrollo de una autovacuna + BCG y su posible uso en el tratamiento del cáncer

Drs. Jacinto Convit*, Marian Ulrich**

* Individuo de Número, Director del Instituto de Biomedicina

** Coordinadora de la sección de Inmunología, Instituto de Biomedicina

El proyecto de investigación científica que un equipo humano, del cual formamos parte, está interesado en desarrollar, se refiere a la reestructuración de una autovacuna como un recurso más de tratamiento del cáncer, que se añadiría a los otros procedimientos actualmente en uso (cirugía, quimioterapia, radioterapia, radiumterapia).

Como introducción mencionaremos la experiencia del equipo, en más de 30 años en una enfermedad, leishmaniasis tegumentaria difusa (LTD), que presentamos al XI Congreso Internacional de Dermatología, Estocolmo, Suecia, 1957 y con el cual ganamos el "Premio Nacional de Investigación Científica", el 23 de enero de 1960. Esta enfermedad la hemos escogido como modelo comparativo con el cáncer (1).

La LTD que en la fecha de su descripción se presentaba como casos aislados, ha venido incrementándose conociéndose en la actualidad más de 60 casos, buena parte de ella en niños, comenzando en los adultos actualmente afectados al inicio de su infancia.

Los estudios realizados en su tratamiento fueron desalentadores por consecuencia de recaídas posteriores a dicho tratamiento. En esos estudios utilizamos antimoniales pentavalentes-anfo B y recientemente miltefosine.

Adicionalmente utilizamos inmunoterapia con la vacuna formada por promastigotes pasteurizados y amastigotes like, sin resultado alguno.

Hace algunos años, bajo el efecto de los fracasos producidos al usar los medicamentos para esa oportunidad disponibles, hicimos un pequeño intento de desarrollar una autovacuna cuyos resultados en tres enfermos adultos con LTD fue un éxito, pero la observación fue muy irregular por ausencia frecuente de los pacientes, lo cual nos impidió determinar el éxito que años después pudimos observar y analizar por su gran importancia.

Durante varios años realizamos un estudio de los posibles mecanismos del desarrollo de la LTD, así como de la influencia de los componentes de la autovacuna antes mencionada, lo cual nos ha sido de gran utilidad en el último año de nuestro trabajo.

Definimos a la LTD como una inmunodeficiencia antígeno específica. Como consecuencia de dichos estudios llegamos a la conclusión de que la afección era ocasionada por un defecto de la célula macrofágica, el cual permite una multiplicación exagerada del parásito leishmánico en su interior. Pero el hecho fundamental en el cual queremos hacer énfasis, originado en el estudio del macrófago del BALB/c –que es símil de la LTD- el problema se centra en el exceso de una enzima, la arginasa, cuya acción sobre la arginina con formación de urea y ornitina, favorece la multiplicación parasitaria.

Este hecho lo estudiamos en la LTD (2), lo que nos permitió determinar que esta afección es ocasionada por un defecto metabólico del macrófago, cuya consecuencia es la multiplicación exagerada del parásito, como hecho secundario ha dicho defecto macrofágico.

Como consecuencia de estos resultados y basándonos también en la clínica, histopatología, inmunología y evolución de dicha afección, la forma de propagarse en el enfermo, tanto por vía linfática como sanguínea, nos permitimos considerar al macrófago de la LTD como una célula con características tumorales, que se independiza del resto de elementos celulares del organismo, posiblemente por influencia de factores genéticos, ambientales y otros.

En relación al desarrollo de la autovacuna compuesta en la LTD principalmente por células macrofágicas y otros elementos titulares de las lesiones provocadas por dicha enfermedad, junto con bacilos de Calmette-Guerin (BCG), reiniciamos su aplicación en casos de LTD (3-5).

Uno de ellos, por la importancia de la respuesta obtenida y con la permanencia hasta el presente de dichos resultados, es el tratamiento de L.R., niño de 11 años de edad, cuya enfermedad no había respondido a la aplicación de ninguno de los medicamentos utilizados hasta el presente. Bajo el consentimiento de sus padres, aplicamos una dosis de autovacuna compuesta por células y material extraído del brazo, con abundantes parásitos, mezclados con BCG, a la cual añadimos una suspensión de amastigotes like.

Los resultados del tratamiento de L.R. Han sido extraordinarios, manteniéndose hasta la fecha, por más de cuatro meses, por lo que deseamos enfatizar algunos aspectos resaltantes de dicho tratamiento.

Después de 30 días de haber recibido la dosis de autovacuna, observamos que todas las lesiones regresaron completamente, tomando el aspecto de cicatrices, a lo que se agregó la desaparición de los parásitos y un hecho de singular importancia: la positivización de la prueba a la leishmanina (reacción de Montenegro), que siempre había sido negativa.

El uso del BCG como adyuvante y también en la autovacuna, lo hemos hecho basándonos en nuestra experiencia y en la bibliografía consultada.

Existe una literatura muy extensa sobre el uso del BCG en la inmunoterapia de diversos tumores. No se pretende revisarla aquí, pero vale la pena mencionar dos estudios, uno por el gran número de pacientes evaluados y el otro, por su relación con el estudio propuesto actualmente.

Han y Pan (6) han revisado 176 ensayos del uso del BCG en el tratamiento del cáncer superficial de la vejiga, posterior a la resección transuretral, encontrando que es eficaz en la profilaxis de las recaídas. Una combinación de quimioterapia+BCG no fue mejor que BCG solo. Para este meta-análisis se escogieron 25 ensayos con información sobre recurrencia en 4 767 pacientes. Los resultados con tumores sólidos no son tan claros y son menos alentadores. Pero se ha reportado sobrevivencia por más de 10 años del 31% de pacientes con cáncer inflamatorio del seno, en un grupo pequeño, tratado con quimioterapia, cirugía y vacunación con células tumorales alogénicos+BCG, sin definir con precisión el papel de la vacunoterapia.

Evidentemente, los aspectos éticos relacionados con el uso del BCG han sido tomados en cuenta en estos estudios. A pesar de reportes aislados sobre efectos adversos en casos individuales, un mínimo porcentaje de pacientes ha presentado reacciones adversas relacionadas con la inmunoterapia con BCG y su uso en pacientes con tumores, aparentemente no estaría contraindicado, excepto en casos extremadamente graves de inmunosupresión generalizada. Probablemente la presencia de reactividad a la tuberculina podría ser evidencia suficiente para evaluar la inmunocompetencia.

Nuestra experiencia en una vacuna como inmunoterapia de la leishmaniasis cutánea localizada (LCL), desarrollada en el Instituto de Biomedicina, compuesta de promastigotes pasteurizados +BCG y utilizada durante más de 15 años, nos demostró la ausencia de fenómenos secundarios y resultados favorables de curación en más del 95 % (7-9).

No se debe olvidar que el BCG ha sido utilizado en más de 200 millones de personas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin efectos secundarios apreciables.

Hay varios estudios sobre los mecanismos inmunológicos involucrados en la respuesta al BCG, tanto en enfermedades infecciosas como en tumores. Según uno de estos estudios, la fagocitosis del BCG resulta en la liberación de citoquinas pro-inflamatorias (IK-1,6 y 8). Luego se desarrolla una reacción tipo Th1 mediada por linfocitos CD4+, con liberación de IL-2 e IFNy. Finalmente se amplifican unas poblaciones de células citotóxicas capaces de matar células tumorales-linfocitos CD8+, macrófagos, natural killers (NK), killer activado por linfoquinas (LAK) y killer activado por BCG (BAK).

También hay una activación macrofágica por las linfoquinas IL-2 e IFNy, que probablemente juegue un papel fundamental en la destrucción de parásitos intracelulares, mediante la síntesis de óxido nítrico y otros radicales libres.

Recientemente se ha planteado la posibilidad que la inducción de apoptosis por BCG podría jugar un papel en su actividad anti-tumoral y anti-parasitaria.

Así que el BCG activa mecanismos múltiples, algunos activos a nivel intracelular (infecciones celulares) y otros con actividad citolítica contra células con antígenos anormales en su superficie (células tumorales y probablemente células infectadas con microorganismos que expresan nuevos antígenos en su superficie).

De esta revisión quizás se puedan sacar algunas conclusiones preliminares:

- La actividad del BCG en enfermedades como la leishmaniasis en sus diferentes manifestaciones, guarda relación con la actividad anti-tumoral del BCG, con una diversidad de mecanismos inmunológicos. Por tanto, parece válido extrapolar las observaciones en el tratamiento de la leishmaniasis, particularmente en su manifestación cutánea difusa, al tratamiento de algunos tumores.

- Por el número tan elevado de estudios ya publicados (10-18) con una frecuencia mínima de reacciones secundarias adversas, parece que los interrogantes éticos asociados con el uso del BCG en pacientes humanos han sido resueltos.

Evidentemente, los estudios serían complementarios a las normas usuales, con quimioterapia, cirugía o irradiación previa, para reducir la carga de células anormales y tratamiento posterior de acuerdo a las normas en uso.

Si se introduce una autovacuna+BCG en el tratamiento del cáncer de la mama, por ejemplo, sería importante determinar en diferentes tipos de pacientes con diversas formas celulares, la etapa que ocuparía la vacuna en la secuencia del uso de las otras formas de tratamiento. Por ejemplo, en el caso de metástasis múltiples ganglionares, el uso de la autovacuna podría seguir a la cirugía.

Un intento de explicar el mecanismo de acción de una autovacuna+BCG, tanto en la LTD como en el cáncer, podría ser de utilidad en el análisis de ambos modelos comparativos.

En la LTD, el hecho de que en 30 días, en el caso referido de L.R., regresaran todas las lesiones, el posible mecanismo de acción sería el siguiente: muerte de las células inmunodeficientes específicas por apoptosis, tomando en consideración la ausencia completa de respuesta de necrosis celular, la cual no hemos observado en la utilización del BCG+M. leprae, en la inmunoterapia de la lepra, donde observamos respuestas reaccionales, algunas muy activas.

Esta comparación nos permite determinar que el mecanismo de muerte celular por apoptosis está desprovisto de fenómenos reaccionales, observándose solamente un aumento muy discreto de la temperatura de dos días de duración.

En la LTD, adicionalmente a la apoptosis, se desarrollaría una respuesta tipo Th1, expresada en el paciente por el viraje a la positividad de la reacción de Montenegro (leishmanina).

El hecho de que se produzca el fenómeno de apoptosis unido a una respuesta Th1 y que la ocurrencia simultánea de los dos fenómenos, no ocasiona efectos secundarios de respuesta en el huésped de carácter macrocoscópico, muestra que la autovacuna+BCG es un recurso terapéutico inocuo pero profundamente efectivo para corregir el problema de la inmunodeficiencia observado en algunas afecciones.

Refiriéndonos al cáncer, la autovacuna formada con células tumorales del enfermo+BCG, podría desencadenar un mecanismo similar al expuesto para la LTD, es decir, un fenómeno de apoptosis celular tumoral y por tanto sin efectos adversos secundarios, al cual se podría agregar una respuesta de tipo Th1, como la mencionada anteriormente.

La aplicación de la autovacuna+BCG se hizo en pocos casos de cáncer avanzados, sin observar fenómenos reaccionales, a pesar de la aplicación de más de una dosis de autovacuna. Esto se realizó como un intento éticamente aprobado, pero debido a lo avanzado de los casos en los cuales se hizo la prueba, solamente permitió como observación parcial, determinar la ausencia de fenómenos reaccionales.

Proyecto de estudio de autovacuna+BCG en el tratamiento del cáncer.

Se propone realizar un estudio comparativo, ciego por parte del observador, para evaluar la eficacia de autovacuna+BCG en el tratamiento del cáncer.

Para obtener los pacientes se utilizarían los Hospitales "Vargas" y "Razetti" de Caracas.

Para minimizar el tamaño del estudio y facilitar la comparación, se propone que sea pareado por grupos de edades, género, localización y tipo de tumor primario, presencia o no de metástasis detectables y tratamiento antineoplásico aplicado.

Dentro de cada par se hará la distribución por azar de los pacientes a recibir autovacuna o no autovacuna.

Los requisitos de inclusión serán:

• Pacientes con diagnóstico de cáncer, en cualquier estadio, preferiblemente en estadios intermedios o avanzados.

• Pacientes mayores de 20 años y menores de 75.

• Aceptar participar voluntariamente en el estudio y firmar el consentimiento informado. El texto del "consentimiento informado" se omite por razones de espacio. Los lectores interesados pueden solicitarlo por E-mail: jconvit@ telcel.net.ve

• Comprometerse a recibir el tratamiento antineo-plásico indicado y en la forma indicada

Como factores de exclusión:

• Pacientes con cánceres en los cuales se ha demostrado una etiología viral (Ej. cáncer de cuello uterino)

• Inmunodeficiencia

Tamaño del estudio: el tamaño inicial podría ser de 30 pacientes por cada grupo. De obtener resultados alentadores, aumentar el tamaño de forma que permita analizar por subgrupos (tipo de cáncer, localización, género, edad, etc.) el beneficio obtenido.

Aplicación de la autovacuna

La autovacuna será elaborada de un fragmento del tumor del paciente, del primario o de una metástasis y elaborada según el siguiente procedimiento:

- La toma de la muestra del tumor debe hacerse con la mayor asepsia.

- Se recibe el fragmento tumoral y se comienza en campana de flujo laminar para preservar la esterilidad

- Se lava en suero fisiológico con penicilina estreptomicina.

-Se coloca la muestra en un homogenizador con 1 mL de suero fisiológico sin antibiótico.

-Se homogeniza con 10 pases, se pasa por rejilla y se toma muestra para:

a) estudio microbiológico

b) láminas para tinción con hematoxilina-eosina

c) para mezclar con BCG

Este producto será mezclado con BCG en dosis de acuerdo con el resultado del PPD del paciente, de acuerdo al siguiente esquema:

• PPD de 0 a 9 mm -0,0175

• PPD de 10 a 19 mm -0,095

• PPD de 20 a 29 mm -0,005

• PPD > 30 mm -0,0025

Se aplicarán hasta siete dosis con un intervalo de cuatro a ocho semanas entre dosis.

El grupo de control recibirá suero fisiológico solamente.

Seguimiento de los pacientes

Todos los pacientes deben tener seguimiento continuo con control semanal por al menos dos años desde el inicio del tratamiento.

Se evaluarán los cambios ocurridos en el tumor (remisiones y sobrevida) así como aparición o remisión de lesiones metastásicas

Análisis

Comparar proporciones de cambio de cada uno de los grupos (estudio y control)

Determinar si existen diferencias en sobrevida por análisis de supervivencia.

De ser necesario, analizar controlando variables asociadas.

Referencias

1. Convit J, Pinardi ME. Cutaneous leishmaniasis. The clinical and immunopathological spectrum in South America. CIBA Foundation Symposium 20 (new series) ASP (Elsevier-Excerpta Medica -North Holland). 1974.p.159-169.

2. Convit J. Leprosy and leishmaniasis. Similar clinical-immunological-pathological models. Ethiopian Medical Journal. 1974;12:187-195.

3. Convit J, Ulrich M, Aranzazu N, Zúñiga M. A model of vaccination with two microorganisms in infectious diseases. Int J Lep. 1983;51(4):670-672.

4. Convit J, Ulrich M, Aranzazu N, Zúñiga M, Castellazzi Z, Aragón ME. A model of vaccination with two micro-organisms in leprosy and leishmaniasis. Interciencia. 1984;49(1):44-45.

5. Convit J. ModeI using two microoranisms and its application in leishmaniasis and Leprosy. Interciencia. 1986;11(5):239-241.

6. Han RF, Pan JG. Can intravesical bacillus Calmette-Guerin reduce recurrence in patients with superficial blazer cáncer?. A meta-analysis of randomized trials. Urology. 2006;67:1216-1223.

7. Convit J, Ulrich M, Fernández CT, Tapia FJ, Cáceres-Dittmar G, Casté M, et al. The clinical and immunological spectrum of America cutaneous leishmaniasis. Trans Roy Soc Trop Med Hyg. 1993;87:444-448.

8. Convit J, Ulrich M. Antigen-specific immunodeficiency and its relation to the spectrum of American cutaneous leishmaniasis. Biological Research. 1993;26(1):159-166.

9. Convit J, Ulrich M, Aranzazu N, Castellanos PL, Pinardi ME, Reyes O. The development of a vaccination model using two microorganisms and its application in leprosy and leishmaniasis. Leprosy Review. 1986;57(2):263-273.

10. Corraliza IM, Campo ML, Soler G, Modeleli M. Determination of arginase activity in macrophages: A micromethod. J lmmunological Methods. 1994;74:231-235.

11. Wiseman CL. lnflammatory breast cancer: 10-year follow-up of a trial of surgery, chemotherapy and allogeneic tumor cell/BCG immunotherapy. Cancer lnvest. 1995;13:267-271.

12. Cocito C, Maes H. Immunological relatedness of the protective mechanisms against tuberculosis and cancer. Eur J Clin Invest 1998;28:1-12.

13. Saint F, Patard JJ, Riemeusberger J, Seitzer O, Arnold J, Durek C, et al. Mechanisms of action of BCG: Towards a new individualizad therapeutic approach? Prog Urol. 2000;10:1118-1126.

14. Brandau S, Suttmann H, Maille P, Soyeux P, Hosnek A, Salomon L, et al. Perforin-mediated lysis of tumor cells by Mycobacterium bovis Bacillus Calmette-Guerin-activated killer cells. Clin Cancer Res. 2000;6:3729-3738.

15. Saint F, Patard JJ, Reiss K, et al. Evaluation of cellular tumor rejection mechanisms in the peritumoral bladder wall alter Bacillus Calmette-Guerin treatment. BJU Int. 2001;89:602-610.

16. Suttman H, Jacobsen M, Luo Y, Chen X, Saltsgaver NA, O’Donell MA, et al. Mechanisms of Bacillus Calmette-Guerin mediated natural killer celI activation. J Urol. 2004;172:1490-1495.

17. Ludwig AT, Moore JM, Chen X, Saltsgaver NA, O’Donell, Grifiths TS. Tumor necrosis factor-related apoptosis-inducing ligand: A novel mechanism for Bacillus Calmette-Guerin-induced anti-tumor activity. Cancer Res. 2004;64:3386-3390.

18. Convit J, Ulrich M, Aranzazu N, Castellanos PL, Pinardi ME, Reyes O. The development of a vaccination model using two microorganisms and its application in leprosy and leishmaniasis, Leprosy Review. 1986; 57(2):263-273

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domingo, 18 de julio de 2010

SENDEROS DE ESPERANZA

“Caminante no hay camino, se hace camino al andar.” Antonio Machado

Desde hace unos cuantos días, hemos podido ser testigos y espectadores de la ciclópea y humanitaria investigación que viene realizando el Preclaro y Eminente venezolano Dr. Jacinto Convit, en torno a ese flagelo universal como lo es el cáncer. Más de tres años de experimentos con animales. Luego, han venido experimentando con seres humanos, obteniendo resultados positivos.

En este momento, la esperanza de vida, realmente cierta, de aquellos pacientes con algunas patologías cancerígenas, es un hecho. La autovacuna inmunológica por fin, está venciendo a esta terrible enfermedad.

Ahora bien, no todo podía ser tan fácil. Los detractores de este beneficioso descubrimiento están apareciendo por doquier. Las críticas y descalificaciones no se han hecho esperar. Acusan al Dr. Convit y a su equipo de todo: violaciones bioéticas, de crear falsas expectativas de curación a los pacientes, entre otras.

Realmente, el Dr.Convit durante su prolongado y transitado ejercicio de la medicina ha cometido unos cuantos pecados que no se los pueden perdonar.Su magisterio, su apostolado y su dedicación al servicio de los enfermos más necesitados y sin distingos de ninguna clase pesa demasiado. Haberse dedicado al servicio público y no privado de igual manera incomoda. Haber luchado con denuedo hasta lograr descubrir las vacunas contra la lepra y la lesmaniasis es su mayor pecado.

También es reconfortante, leer comentarios favorables de pacientes, familiares y de instituciones como la Sociedad Anticancerosa de Venezuela(SAV) que saben perfectamente que el Dr. Convit no es un improvisado o un hombre ganado para la publicidad o los auto-elogios inmerecidos.
Desde esta tribuna queremos emplazar a todos aquellos Médicos, personal de Enfermería y afines a la salud y que están de acuerdo con esta investigación a que se pronuncien, que no tengan miedo. De igual modo debe proceder el ejecutivo nacional. Finalmente, a los pacientes y familiares que ya han mostrado mejorías de sus enfermedades, que lo hagan saber a través de los medios de comunicación-

Y a usted Dr.Convit y su eficiente equipo que lo acompaña, nuestro agradecimiento eterno por sus desvelos y dedicación para lograr la cura definitiva del cáncer. Para todos ustedes, culmino con este pensamiento de este otro eximio venezolano, como lo fue Don Rómulo Gallegos “TANTO MAS SE PERTENECE UNO ASI MISMO, CUANTO MAS TENGA SU PENSAMIENTO, SU VOLUNTAD, SU VIDA TODA, PUESTA AL SERVICIO DE UN IDEAL COLECTIVO”.
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Prof. Luis Piñeros
C.I.: 3.618.117
Luispinerosm@gmail.com

sábado, 17 de julio de 2010

El Dr. Jacinto Convit y sus vacunas

Max Römer Pieretti



De vez en cuando es bueno vanagloriarse de tener gente buena entre los venezolanos. Más allá de la política -de la que escribimos siempre en este blog- hoy vamos con el aplauso por delante para Convit y sus vacunas.
No es un aplauso por las últimas del cáncer, sino por todas las que ha desarrollado por la vida entregada a su pasión, la investigación médica.
Debo compartir que estas líneas son sentidas y sinceras. Conocí al Dr. Jacinto Convit por haberlo entrevistado largamente para escribir un guión sobre su vida y obra, oportunidad que me dejó el grato sabor de conocer a la gente buena de esa ciencia silenciosa, esa del hacer diario sin mirar atrás mas que la salud que se otorgará ese nuevo día, luego fui su paciente.
Vacunas lleva las de la lepra y las del cáncer de seno, colon y estómago. Poca cosa dirían algunos del ámbito de las políticas públicas, pero mucho en el avance de la ciencia y mucho más en la procura de la simpleza que pretende como paga, una sonrisa.
Este prohombre, merece el reconocimiento universal por su labor y por el mejor ejemplo contra los achaques porque tiene una edad de esas que asombran, 96 años. Si se hubiese apegado a las normas de jubilación, desde hace 30 años estaría en su casa viendo la televisión sin aportar nada. Mas como batallador, asiste a su puesto de trabajo en el Hospital Vargas sin que medien asuntos políticos, sólo la necesidad de búsqueda de su sapiencia clínica, para alcanzar mejoría.
Convit no ha pretendido jamás reconocimientos, ni necesita ropajes para hacer su trabajo. Se inoculó de salpicaduras de vida para que creciera el virus de la bondad dentro de sí y se vacunó para le resbale lo fútil, lo superficial. Un médico que ha devuelto al país la formación recibida, la confianza depositada y la oportunidad de construir.
Ya es la segunda vez que se le postula para el Premio Nobel de Medicina. Seguramente le gustaría recibirlo, y lo merece sin duda, pero si hay algo que le gusta a este hombre sencillo, coleccionista de cachicamos de juguete, madera, semillas, metales, es saberse útil y eso, Dr. Convit lo hace con creces.
¡Gracias!


romer.max@gmail.com

viernes, 16 de julio de 2010

No detengan a Convit

La expectativa es enorme. Las miradas de miles de esperanzados pacientes están puestas sobre las investigaciones desarrolladas por el eminente científico venezolano Jacinto Convit, en torno a la terapia autoinmune para curar el Cáncer. Sin embargo, desde el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), surgen voces que piden “que las autoridades detengan la aplicación de la vacuna a los participantes del proyecto”. Me pregunto si el Ivic ofrece algo mejor que el Dr. Convit para el tratamiento de esta terrible enfermedad. Me pregunto un poco más: ¿Ofrece el IVIC al menos una alternativa a la quimioterapia? O sólo se trata de “consideraciones éticas”. Por este desagüe se han perdido quizá cuantas alternativas viables para ésta y otras graves dolencias de la humanidad.
Los dogmáticos de la bioética que buscan frenar la investigación del Dr. Convit, así como la aplicación de la autovacuna en seres humanos, van en caída libre por el despeñadero que les impone la realidad. La investigación de Convit está inspirada en los mismos principios que sirvieron para desarrollar la vacuna contra la Lepra y, luego, contra la Leismaniasis. El modelo experimental de Convit para el desarrollo de la vacuna contra la Lepra incluyó pruebas previas con animales que incluían mamíferos, reptiles y peces.
Entre los principios básicos de la Bioética se cuenta el de no maleficencia, referido al respeto a la integridad física y psicológica del paciente, apuntando principalmente a aquellas técnicas que pueden acarrearle daños o riesgos severos. No puede quien esto escribe imaginar un procedimiento clínico que se aproxime más a esto que el de la Quimioterapia. El acceso a los servicios médicos es otro aspecto subyacente al tema de la Bioética. La autovacuna Convit tiene un costo de producción que oscila entre cinco y diez dólares, unos cuarenta y tres bolívares, siendo completamente gratuita para el paciente, lo cual contrasta abiertamente con los cuantiosos intereses de la industria farmacéutica transnacional. Un tratamiento de quimioterapia oral para un mes cuesta alrededor de doce mil bolívares. ¿Cuántos no mueren en el mundo por no poder acceder a los costosísimos tratamientos médicos contra el Cáncer?
Los protocolos médicos oncológicos, sometidos a todas las pruebas aprobadas por el establishment científico no han llegado más allá de ofrecer una sobrevida precaria del paciente con cáncer, en razón de su ineficacia y terribles efectos secundarios. Esa es la verdad. Cualquiera puede revisar las estadísticas.
¿Puede considerarse ético dar como única opción a los pacientes con cáncer un tratamiento que un número importante de oncólogos afirma que no se aplicaría a sí mismo o a un ser querido? ¿Cómo es que estos “gladiadores de la ética” siguen empeñados en defender como único un tratamiento capaz de causar daños permanentes en órganos tan vitales como el corazón, pulmones, riñón, hígado y órganos reproductores, entre otros, y que pueden hacer sobrevenir incluso la muerte del paciente?
Los pacientes que se someten al tratamiento autoinmune del Instituto de Biomedicina lo hacen a plena conciencia de que se trata de un protocolo en fase experimental, ejerciendo su sagrado derecho a decidir autónomamente sobre los aspectos vitales de su existencia.
No se corresponde con la ética poner a los pacientes en el callejón sin salida de la costosa y perniciosa Quimioterapia. Lo verdaderamente ético sería colocarse al lado de esta investigación e invertir todos los esfuerzos científicos en impulsarla, en vez de pedir, cual inquisidor, que se detenga. Los “modelos experimentales”, los “protocolos aprobados”, el dogmatismo y la defensa de multimillonarios intereses no pueden estar por encima de la vida misma. Viene a mi memoria Galileo Galilei, cuando agregó, inmediatamente después de retractarse ante la Santa Inquisición, “y sin embargo se mueve”.
Convit ha sido objeto de los más importantes reconocimientos del mundo científico a escala planetaria, pero ninguno será, seguro estoy, más indeleble y apreciado que la gratitud de su pueblo y el de la humanidad toda.

Edison Nava. C.I.: 11.431.416
Twitter: @enavam

Congresos de salud eterna: un aporte a la medicina popular

Por: Teodoro Guerrero Salas
Fecha de publicación: 16/07/10
(Extracto)

Los hombres de ciencia, que han aportado y aportan valiosas concepciones y de espíritu puro en beneficio de la investigación y al servicio de los seres humanos; están registrados en los sustanciosos volúmenes de las ciencias biológicas y la medicina, para armonizar y blindar el cuerpo de manera que no sea penetrado por la enfermedad.

Alexis Carrel, en su libro ¨La Incógnita del Hombre¨, nos instruye sobre las bondades de la ciencia en todas sus formas: médico, filósofo, investigador y escritor, premio Nobel de Medicina, dejó en su obra las experiencias y vastos conocimientos.

Extraemos algunos párrafos insertados en su libro para exaltar su pensamiento: La actividad moral es equivalente a la aptitud que el hombre posee para imponerse así mismo una regla de conducta, para escoger entre varios actos posibles aquellos que él considere buenos, para librarse de su propio egoísmo y de su maldad.

Cada uno de nosotros en cierta medida, ha nacido bueno, mediocre o malo. Pero al igual que la inteligencia, el sentido moral puede ser desarrollado por la educación, la disciplina y la fuerza de voluntad.

Lo bueno equivale a la justicia, la caridad y la belleza. Lo malo, a la ruindad, al egoísmo, a la fealdad. Ha llegado el momento de comenzar la obra de nuestra renovación. Debemos levantarnos y caminar. Debemos liberarnos de la Tecnología ciega y comprender la complejidad y la riqueza de nuestra propia naturaleza.

La ciencia del hombre nos da hoy el poder de desarrollar todas las potencialidades de nuestro cuerpo. Conocemos los mecanismos secretos de nuestras actividades fisiológicas y mentales y las causas de nuestra debilidad. Sabemos cómo hemos transgredido las leyes naturales. Sabemos por qué somos castigados, por qué nos encontramos perdidos en la obscuridad. No obstante, percibimos débilmente, a través de las nieblas del amanecer, la senda que puede conducirnos a nuestra salvación. (Fin de los párrafos).

....Ejemplo que podemos enmarcarlo, con el apostolado del doctor Jacinto Convit, que a sus 97 años no se desprende de su laboratorio de investigaciones, cuyos resultados altamente positivos están al servicio de la salud, otros que ya han viajado al infinito, y durante su vida la entregaron al servicio de la medicina, los doctores, Juan Francisco Torrealba, luchador incansable contra el mal de Chagas; Arnoldo Gabaldón, contra el paludismo y fiebre amarilla, y así otros tantos inminentes médicos, que dedicaron sus vidas para brindar salud al pueblo, con vocación, pasión sin prevalencias de la avaricia del capital
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jueves, 15 de julio de 2010

HONOR EN RIESGO


- El secretario de la Academia Nacional de Medicina, Leopoldo Briceño-Iragorry, dice que le preocupa que se pueda poner en tela de juicio la reputación de Jacinto Convit: "Él es académico y están jugando con su personalidad".

- "No sabemos qué hay detrás de esto, pero deseamos que la figura del doctor Convit sea respetada", agrega Claudio Aoun.


http://www.eluniversal.com/2010/07/15/ten_apo_honor-en-riesgo_1972281.shtml

Crece la polémica por vacuna oncológica


Equipo de Jacinto Convit ya no acepta nuevos pacientes oncológicos


Sobre la vacuna experimental para curar el cáncer que desarrolla el Instituto de Biomedicina, no se debe hablar más hasta tanto no exista información clara sobre el alcance real del fármaco. Así lo considera la Academia Nacional de Medicina, que ha tratado de conocer los protocolos aplicados en la confección de este tratamiento, sin tener éxito hasta ahora.

Claudio Aoun, presidente de la Academia, dice que en el desarrollo de cualquier fármaco "se debe respetar toda una serie de aspectos éticos, terapéuticos y profesionales" y en ese sentido, sobre la publicitada vacuna para curar el cáncer, atribuida al veterano investigador Jacinto Convit, manifiesta que la institución que lidera exhorta "al Instituto de Biomedicina, del Hospital Vargas y al Ministerio de Salud, a que con la mayor transparencia den una información diáfana a la comunidad científica, tanto nacional como internacional y especialmente a la ciudadanía, sobre todo a los enfermos de cáncer, con el objeto de clarificar las cosas y de solventar una serie de angustias de esos ciudadanos que padecen la enfermedad".

Comunicaciones escritas y llamadas telefónicas ha hecho la Academia Nacional de Medicina al Instituto de Biomedicina, para invitar al doctor Convit -quien es miembro de la Academia-, o a algún investigador que él autorice, para conversar sobre el desarrollo de la vacuna. Ni respuestas ni reunión alguna han podido lograr los académicos, asegura Aoun.

"Esto es un tratamiento aparentemente experimental", manifiesta Rafael Muci, vicepresidente de la Academia. "Los experimentos que primero se realizan en animales y luego en seres humanos, llenando una serie de criterios científicos y bioéticos, van llevando una evolución. Una vez que esto termina es cuando tú podrías decirlo en público, que efectivamente hay un tratamiento que tiene bondades, que tiene problemas que se pueden presentar, efectos colaterales. Eso pareciera ser lo que no se ha hecho aquí. Lo ideal sería que por los menos las autoridades competentes vieran que todos los pasos de una experimentación para un producto X tengan un seguimiento y que alguien diga: mira, aquí hay un problema, esto no se debe hacer así", sostiene Muci.

Los líderes de la Academia Nacional de Medicina aseguran que no han visto comunicación alguna del Ministerio del Poder Popular para la Salud sobre el asunto de la vacuna. Eso alimenta una preocupación muy particular: "Nos hacemos eco de un informe publicado por la Sociedad de Oncología en el sentido de que los pacientes que están recibiendo su tratamiento, hayan sido intervenidos quirúrgicamente, estén recibiendo quimioterapia, cualquier tipo de tratamiento, no dejen de seguir su tratamiento. Aparentemente el protocolo de tratamiento (la vacuna) pide al paciente que abandone su tratamiento previo", subraya Aoun.

No más pacientes

El equipo de Convit ya no acepta nuevos pacientes oncológicos para vacunar contra el cáncer de mama, cerebro y vías digestivas. La razón: exceso de demanda. Más de 200 personas buscaban, a diario, información sobre la vacuna.

Un comunicado del Hospital Vargas informa que "en virtud del gran volumen de personas que han asistido al Instituto de Biomedicina en días recientes, interesados en inmunoterapia del cáncer, debemos aclarar que este protocolo se trata de un estudio que todavía se encuentra en fase experimental. Sólo se podrá incluir un número limitado de pacientes, razón por la cual nos vimos en la necesidad de suspender la inclusión de nuevos casos". Aseguran que atenderán la nueva demanda cuando ingresen a una "nueva fase clínica", y logren ampliar la infraestructura asistencial.

drhernandez@eluniversal.com





Daniel Ricardo Hernández
EL UNIVERSAL